POR: METALMAN
En 1990 llegaba a la gigantesca Lynx un port que mostraba, a las claras, la potencia de la consola de Atari, y lo bien que podían lucir las conversiones de recreativas en una máquina tan avanzada.
Aun siendo un juego que puede considerarse potente, dentro de su sistema, es necesario remarcar que en absoluto es lo más avanzado o brillante del catálogo de Lynx (en términos técnicos).
Sin embargo, y esto es lo verdaderamente importante, con esta conversión se consiguió crear el port "para videoconsolas" más fiel que ha recibido la recreativa original, superando al limitado (pero muy válido) cartucho de Master System y al extraño experimento tipo "Metroidvania" que recibió NES.
También puede considerarse más fiel que la mayoría de conversiones programadas para los ordenadores de la época, resultando más brillante que las ediciones para C64 y Spectrum...aunque eso sí, quedándose a mil años luz del prácticamente perfecto port para X68000 (El NeoGeo de los ordenadores de los 80).
Rygar en Lynx resulta altamente similar a su hermano de recreativas, mostrando un conjunto gráfico espectacular, aunque mucho más limitado en su paleta de color (y no por limitaciones de la máquina), y semejante en cuestiones de diseño casi al 100%.
El juego consta de 23 niveles (27 en su versión arcade), que aun sin mostrarse con un exceso de dificultad nos requerirán una concentración y un aguante constantes, pues de inicio las vidas son escasas (se amplían a los 50.000 – 100.000 – 175.000 – 250.000 – etc.). En la versión portátil los niveles aparecen en distinto orden.
Tampoco contamos con continuaciones, y tendremos que finalizarlo de una sentada. Esto, lejos de ser un defecto remarcable, es herencia directa de las recreativas y, prácticamente, hasta la llegada de Super Mario Bros 3, todos los juegos compartían este sistema.
El sonido de Rygar es bastante decente, sin hacer alarde alguno, y cumple perfectamente con una recreación “a su manera” de las melodías originales. Suceso que se repite con su limitado, pero acertado, repertorio de efectos de sonido.
La diferencia más pronunciada de Rygar, en su versión Lynx, es la carencia del ataque circular que poseía la recreativa. En esta versión, mediante power ups, podremos lanzar hacia arriba nuestro escudo, o hacerlo más potente, pero no contamos con esta característica tan propia del original. (Curiosamente, casi todas las conversiones del juego carecen de dicho ataque).
Salvando la carencia antes mencionada, Rygar es un port de altísima calidad. Es un juego potente, divertido y que tiene una duración considerable, además de una dificultad muy bien medida.
Es, sin duda alguna, un grandísimo título para la consola de Atari, que supera incluso a la maravillosa conversión realizada con la recreativa de Ninja Gaiden (en términos de durabilidad, sobre todo)...aunque se queda por detrás del maravilloso port de Toki.
Una buena paleta de colores (aunque pudo mejorarse en este aspecto), planos de scroll múltiple y unos sprites de tamaño considerable son la parte más destacable de su apartado técnico, que no se puede calificar de otra manera más que de notable. Un producto que nos muestra a la claras por qué Lynx es superior…al menos en sus facetas técnicas.
A nivel de control: nada que destacar, el juego responde perfectamente a nuestras ordenes, siendo en todo momento agradable y contando con las típicas opciones de Lynx: Rotar pantalla, utilizar botones superiores o inferiores y apagar la música.
La trama de Rygar nos cuenta como los humanos se han visto obligados, durante siglos, a refugiarse de las bestias que pueblan el mundo, y que llegado un momento (sin especificar) aparece un héroe con una marca mística, profetizado (como marcan los cánones) que acabará por fin con las inmundas criaturas y liberará a la humanidad de su actual retiro...es un arcade, no hace falta más profundidad en torno a su historia.
Un cartucho genial para una consola con pocos títulos a destacar: Compra obligada para los fans de ATARI.
8,8/10
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