RESIDENT EVIL 6

POR: METALMAN

La sexta entrega numerada de la saga Resident Evil es un hueso duro de roer. Difícil de analizar y muy complicada de valorar en su conjunto...lo que está claro, sin duda alguna, es que supuso un bajón alarmante dentro de la saga, aunque si se mira con calma y con detenimiento se pueden encontrar ciertos puntos positivos.

Querían volver a los inicios, transmitir de nuevo las sensaciones de los dos primeros títulos de la franquicia y adornarlo con un aspecto técnico que dejase al personal con la boca abierta...pero no sucedió tal cual, y pasó a convertirse en un título polémico como pocos.

A nivel de guión era un tanto absurdo, aunque sobre este aspecto en concreto poco se le puede pedir ya a la franquicia. Los gráficos tampoco deslumbraron, porque aun sin ser malos se sentían sucios, faltos de definición y algo toscos (mención especial para un uso del Blur que termina por marear y desorientar, junto a unos desenfoques que convierten a los personajes en "plastas" de colores).

El control, principalmente en temas de apuntado, no estaba bien calibrado, y la cámara elegida (con un personaje excesivamente próximo y en un ángulo no demasiado acertado) podía provocar que en bastantes ocasiones se ocupase de esconder a los enemigos tras el personaje principal.

-Fijaros en la cabeza de Leon: parece un recorte por culpa de un efecto de desenfoque desastroso- 

Los tiempos tampoco estaban bien medidos, y las situaciones terroríficas brillaban por su ausencia: sabías que los zombies que no se levantaban a la primera lo harían en una segunda pasada, pero poco más. Sin contar con una serie, abundante, de momentos más propios de los films de The Asylum que de las obras de culto de los maestros del terror.

Con respecto a esto último, me viene al pelo acordarme de la toma de contacto con Leon, que empieza en una escena en la que el presindente, convertido totalmente en zombie, se acerca hacia él, mientras que le dice: "no lo hagas, para! no te acerques más...no me obligues"...ES UN PUTO ZOMBIE!! has matado a miles, ¿y todavía no sabes que no atienden a razones? Es un momento que parece diseñado por majaderos y para majaderos, y hay muchos más.

Por otro lado, el juego se siente en su plenitud como una amalgama de retales de todo tipo, fruto de una serie de sesiones de brainstorming que me hubiese encantado presenciar, porque parece ser que cualquier idea era buena: "ahora un helicóptero cae entre los edificios...una persecución en moto...un monstruo gigante, a lo Godzilla, entra en escena..." Es muy loco todo, está muy hiperbolizado y en ocasiones hasta resulta cómico, por culpa de esa exageración desmedida.

Y es que termina por sentirse como una sucesión de ideas desconectadas que han intentado formar un todo coherente, y no termina de funcionar. Esto se nota también en los diálogos: "¿qué pasa? -Algo terrible...te lo cuento cuando lleguemos a x sitio..." (estás viajando de aquí para allá sin saber muy bien por qué, y esos absurdos diálogos [que parecen diseñados por un menor] no ayudan) (Su estructura, y la forma en la que desgranan trama, es de lo peor jamás incluido en un juego con tan alto presupuesto).

Si bien este punto es indiscutible, también cabe afirmar que al haber tanta variedad de situaciones (por disparatadas que sean), acaban por aparecer momentos que molan bastante y que resultan acertados, pero...y es que en este juego siempre hay peros, todas comparten ese enfoque que parece surgir tras ver toneladas de películas de acción, y no de terror. Es todo muy Jungla de Cristal 4.0, con ese énfasis por querer hacerlo más espectacular sin tener en cuenta el espíritu original, porque a la gente le mola más ver a un tipo descalzo, caminando sobre cristales, mientras dispara a un par de terroristas, que al mismo tipo, ridiculizado, subido a un avión ultrasónico en marcha...no sé si me explico.

Se agradece, por ejemplo, el sistema de lucha cuerpo a cuerpo, pero vuelve a darse esa tónica exagerada: introducir llaves de presing catch para derribar a los zombies queda muy raro, por decirlo de forma simpática. Además, volvemos al tema del control y de la cámara, ya que su irregular balance ocasionará, en no pocos momentos, que le demos patadas al aire.

Y es que Resident Evil 6 es esto: un  juego de contrastes constantes, con buenas ideas medianamente bien ejecutas pegadas junto a algunas muy malas, con ambientaciones exquisitas al lado de otras nefastas y con un tono general demasiado centrado en la acción y que deja en segundo plano al terror.

Cuando mueres a manos de un zombie que te golpea con una botella, sientes que algo muy malo, y muy ridículo, está sucediendo. Vale, el virus C permite que los zombies actúen bajo algunos recuerdos de su vida, y que si morían portando armas recordasen cómo utilizarlas...pero esto hay que medirlo bien, porque en ocasiones roza la comedia.

No todo es negro, y aun con sus taras se pueden pasar buenos momentos: es un juego sumamente largo, divido en cuatro campañas muy variadas, con toneladas de extras y con situaciones muy originales de por medio. Es decir, en realidad cuesta no encontrarse con algo bueno, aun estando siempre rodeado por algún factor negativo.

Desde luego, y es algo en lo que no admito discusión (lo siento, pero estoy muy convencido de lo que digo), es un mal Resident Evil, por centenares de factores, pero como juego de acción no está mal.

Cuando juego a este título pienso: que pena, pues teniendo una personalidad propia (y me refiero a la saga) es ridículo que hayan tenido que tomar cosas de aquí y de allá, porque en infinidad de momentos sientes que estás ante un Gears of War, un Call of Duty o un Dead Space. Siempre he dicho que no es malo tomar algo impropio si te propones hacerlo aun mejor, pero no es el caso, y hubiera sido más efectivo fijarse en las cosas destacables de la saga que en los aciertos de otras que nada tienen que ver.

Ni tan siquiera su modo co-operativo lo salva, y aunque gana algún entero se siente peor medido que en Resident Evil 5 (juego que tampoco fue la locura, pero que no estaba mal del todo). Es otro bajón, aunque insisto (como en casi cualquier otro aspecto de este juego) en que supone un extra muy apañado.

Espero que en Capcom se terminen por dar cuenta del error, porque más tiros y más explosiones no tienen por qué traducirse en un juego mejor: Buscar el terror, la oscuridad, la calma que precede a la tormenta. Eso es lo que necesita un RE, eso y hacerle sentir indefenso y en minoría al jugador. 

Algo que me dejó perplejo, en su momento de lanzamiento, fueron los análisis de ciertos medios, que se lanzaron desbocados a ponerle notas de 8 y de 9, cuando ni de lejos es un juego que pueda aspirar a tanto. No es un suspenso, pero darle más de un 7 a esto es un regalo.

Aun re-afirmándome en lo de que es un mal Resident Evil, recomiendo su compra (porque es uno de eso juegos que por 20€ merece la pena), ya que da para horas y horas de juego, y porque tiene sus cositas. Sentiréis vergüenza ajena en algunos momentos, pero si ya sabéis que no es una obra maestra, lo podréis pasar por alto y disfrutar con sus partes menos malas.

A mi es un juego que me da bastante pena, porque se nota que hubo un intento por innovar, por resultar medianamente fresco y por incluir variedad, pero claro, Resident tiene un tono y un carisma, además de un público que sabe lo quiere, y no respetar eso es pecado. Demasiada pasión en querer gustarle a todos, cuando se trata de una saga que gustó y triunfó por estar dedicada a los que de verdad la amaban.

Menos mezclar, menos experimentar y más complacer. En realidad, no es tan complicado, y así lo demuestran las ganas (y la de ventas que se van a conseguir) con el remake en HD del Resident Evil de Gamecube.

La verdad, visto en frío lo peor no son sus temas técnicos, ni su desconexión o sus abusos: Son sus diálogos y la forma de la trama. Es ridículo, y se trata al jugador como si fuese subnormal. Vale que la trama no es buena, pero me refiero a los diálogos, que casi siempre son conversaciones absurdas entre besugos. Y esto convierte al título en algo mucho más moñas de lo que en realidad es.

Muy mejorable, aunque tiene su puntillo.