COLECCIONISMO RETRO: LOS NUEVOS TRAPEROS

POR: METALMAN

Escribir sobre el coleccionismo de videojuegos no es sencillo, pero toca empezar con ello. En esta primera entrega vamos a centrarnos en la especulación, en la situación del mercado actual y en el excesivo intrusismo que azota y asola a esta pasión.

Desde que existe el videojuego han existido coleccionistas, al igual que ocurre con otros medios, ya sea la música, la literatura o el cine, entre muchos otros. Al que le gusta algo, con extrema pasión, le da por coleccionar.

Hasta prácticamente el 2009 era sencillo adquirir productos: Los encontrabas en rastrillos, en Cash Converters (y similares), en Ebay y en tiendas de importación, o los encargabas tú mismo desde el extranjero, pues hasta ese año aduanas no te castigaba con un extra injusto de impuestos.

Los precios eran variados: lo más común podía considerarse asequible, siendo raro no encontrar videojuegos por precios que rondaran entre los cinco y los diez euros (al menos, en lo referente a cartuchos sueltos). Siempre existieron los juegos caros, ya fuese porque pertenecían a máquinas con muy poco éxito comercial,  o porque, debido a diferentes motivos, sus copias se encontraban en un número muy limitado. Un Metal Slug de AES siempre fue caro.

El problema hoy en día, y enseguida os explico en detalle el por qué, es que hasta un cartucho que existe en millones (un superventas) puede costar el doble, el triple e inclusive más, que hace 5 años.

Por un lado, y no me andaré con tapujos, tenemos a los tontos del Syvalion y del Whirlo PAL: gentes limitadas en conocimiento que pagan, por dos juegos mediocres (Syvalion es una conversión terrible de un excelente arcade, y Whirlo...es un juego con una basura de gameplay) cantidades que ya llegan a los 600€ (esto depende mucho del estado del producto). Alguien les cuenta de su rareza y lo abrazan y buscan como si fuese el Santo Grial.

Van pasando de mano en mano, reventa tras reventa, y llegará un día en el que nadie pueda pagarlos (algo que ya sucede hoy). Pero son basura: Un Super Mario World en condiciones, un Sonic 2 o un Virtua Tennis (por poner tres simples ejemplos) pueden conformar una colección mucho más atractiva y con mayor peso, pero la mitología de lo escaso manda, al menos, entre los más absurdos.

Las obras de arte suelen ser únicas, pero si la obra no tiene calidad: vale una mierda...aquí no, aquí la calidad, y me refiero a esa minoría obsesionada con productos basura y con sus precios, es secundaria, porque lo importante es la rareza, y poder presumir con su adquisición y su precio de tasación. Entre alguien muy pudiente sería lógico (por poder permitirse cualquier cosa), pero es triste ver cómo esa gente tiene colecciones de mierda, formadas por un puñado de títulos que, simplemente, son caros...

Gran parte del aumento de precios viene dado por esto, pero solo en lo concerniente a esa mitología profana y adoradora de falsos ídolos. 

El resto del mercado, y ya no pasamos por juegos selectos o minoritarios, también se disparó en determinado momento: Por poneros unos sencillos ejemplos, hace un par de años compré un Wild Guns de Snes por 49€, en versión PAL. Es un gran juego que vendió muy poco, y su precio era lógico, porque no es de los más habituales. Ya se ven por cerca de los 100€ solo cartucho.

Sigo con otro ejemplo, aun más gráfico: También hace varios años me hice con un Final Fight de Snes, por 8 o 9€ (es un cartucho muy común), y a día de hoy ya se ven por 50 o 60€...Estos ejemplos pertenecen a una misma plataforma (la que más ha crecido en especulación), pero con el resto sucede exactamente igual.

Esto, y me la suda bastante que se ofendan los que lo practican, es consecuencia del nuevo TRAPERISMO: Tipos sin criterio alguno, y sin verdadero conocimiento, que van limpiando tiendas de segunda mano y de venta de videojuegos para revender...y nada más que para revender.

Llevo un tiempo metido en grupos de este tipo: "Hola, mirad la compra de hoy (y adjuntan foto), todo en venta" - "La caza de hoy, ¿por cuanto puedo venderlo?" - "He conseguido este lote a buen precio, lo vendo junto por X o por separado por Y"... No coleccionan, no saben una maldita mierda y solo se dedican a joder para sacarse 10 míseros euros.

Son la basura inmunda dentro del coleccionismo, y se han convertido en un virus incurable. La especulación ha crecido porque son tantos, y tan tontos, que no se dan cuenta del efecto provocado: Uno compra por 5 y revende por 6...este último vuelve a revender por 7 y el siguiente por 8...por 9, por 10...así hasta el absurdo. Que un Final Fight de Snes, solo cartucho, ya se vea por 50€, es por este motivo.

Lo compran todo, insisto. Pues bien, estos tipos ni son coleccionistas ni saben del medio. Había que dejarlo claro. Tampoco busco confundir: todos vendemos algo que no nos interesa, pero lo que no hacemos (a no ser que nos dediquemos a la venta de estos productos) es comprarlo todo para ver si, con algo de suerte, nos hemos hecho con un tesoro...sin tener ni pajolera idea, claro. Es el mundo de los absurdos y de los locos, llevado al terreno del videojuego.

Es importante añadir que esto se agudiza mucho más en nuestro país, ya que en gran parte del extranjero sigue siendo más sencillo encontrar precios justos. Nunca hemos tenido cultura de la segunda mano en España, y la gente, la mayoría, tiende a creer que algo producido en masa, y en cantidades millonarias, vale algo que no cuesta.

Es cierto, y quiero finalizar con este concepto, que el coleccionismo de videojuegos se empezó a popularizar hace ya unos años, y también lo es que, a consecuencia de esto, el mercado tendiese al alza (ya sabéis lo que es la oferta y la demanda). Pero no se disparó jamás de esta manera, porque hoy en día cualquiera, repito: cualquiera, se cree que es un coleccionista y un entendido por comprar basura por lotes...dicho queda.

No será una entrada bien recibida, pero asumo las consecuencias...En el próximo capítulo os hablaré sobre las colecciones: Cantidad vs calidad.