POR: METALMAN
La batalla de los arcades no solo se libraba alrededor de los juegos de lucha, y SNK también intentó desbancar a Capcom en el terreno de los beat´em ups, aunque con el primer Sengoku se quedaron muy lejos de las calidades mostradas por su competencia directa...¿lo consiguieron con su segunda parte?
Es posible que los lectores más jóvenes lo desconozcan, pero durante la década de los noventa hubo una gran guerra, de la que no hablan los libros de historia...miento, realmente fueron dos: Sega vs Nintendo, y SNK vs Capcom.
Una batalla se libró dentro de nuestros hogares (la de las consolas), y la otra en los salones recreativos. Capcom despuntaba a inicios de los 90 y, por el motivo que fuese, SNK parecía no poder evitar inspirarse en su modelo. El capítulo de Street Fighter II vs Fatal Fury puede que fuese el más evidente y sonado, pero existieron otras muchas batallas similares. Final Fight seguía siendo el modelo a superar dentro los beat´em ups, y una de las primeras réplicas, por parte de SNK, fue bautizada como Sengoku...
El primer Sengoku (1991) fue un fracaso monumental, pues se trataba de un juego rematadamente simple en cualquiera de sus aspectos, destacando únicamente gracias a su diseño e imaginería.
Una batalla se libró dentro de nuestros hogares (la de las consolas), y la otra en los salones recreativos. Capcom despuntaba a inicios de los 90 y, por el motivo que fuese, SNK parecía no poder evitar inspirarse en su modelo. El capítulo de Street Fighter II vs Fatal Fury puede que fuese el más evidente y sonado, pero existieron otras muchas batallas similares. Final Fight seguía siendo el modelo a superar dentro los beat´em ups, y una de las primeras réplicas, por parte de SNK, fue bautizada como Sengoku...
El primer Sengoku (1991) fue un fracaso monumental, pues se trataba de un juego rematadamente simple en cualquiera de sus aspectos, destacando únicamente gracias a su diseño e imaginería.
Era muy potente su identidad, con una mezcla bastante interesante entre folclore demoníaco japonés y acabado occidental...pero sus sprites, paleta de color, sonido (muy bueno, pero tan oscuro que daba mal rollo) y mecánicas, lo convirtieron en un título que parecía contar con más años de los que poseía. Nació desfasado.
No era demasiado complicado superarlo, y en 1993 SNK le dio otra oportunidad a la franquicia. Sengoku 2 comenzaba brillando con una intensidad infinita en comparación, gracias a un acabado técnico verdaderamente llamativo.
Se percibía con una mayor resolución y contaba con un colorido de los más recordados de su época. La cosa no se quedaba aquí, adjuntando también unas animaciones mucho más suaves y un diseño general impresionante.
Mayor cantidad y variedad de enemigos, fases dibujadas con un gusto exquisito, jefes finales atractivos, banda sonora mucho más potente y personajes principales más carismáticos...yo creo que con la excepción del número de fases (Sengoku 2 cuenta con una menos), la nueva entrega era superior en todo. (Incluso en tamaño, pasando de los 55Mb del primero a los 74Mb del segundo).
Valga como ejemplo un tanto descabellado: Sengoku 2 era a Sengoku lo que Street Fighter 2 era a Street Fighter (a niveles técnicos).
El problema, por muy impresionante que resultara de inicio (esa caída desde la azotea del edificio, tras la aparición del dragón, elevaba las pulsaciones...) era que no había suficiente riqueza jugable de por medio...
No me malinterpretéis, pues estamos hablando de un juego entretenido, pero que seguía sintiéndose demasiado simple y poco ambicioso en términos de jugabilidad. Juegos como Final Fight y similares resultaban sencillos hasta la médula (se jugaban con dos botones), pero estaban programados con una IA más desafiante, y contenían un ritmo más atractivo en comparación (esto viene a demostrar que por muy simple que parezca algo, no siempre es sencillo replicarlo).
En Sengoku 2 podíamos cambiar de personaje a nuestro antojo (en el primero teníamos que conseguirlos para optar a ellos), eligiendo entre tres variantes disponibles: El Tengu (plagio descarado y absoluto de uno de los personajes creados por Terasawa en su magnífico cómic Kabuto), el ninja y el perro (además del personaje principal, que era ese maravilloso concepto entre samurái y vaquero).
Contábamos con golpe normal, golpe bajo (nunca he entendido para qué sirve este ataque...), lanzamiento de magia, salto y defensa (inútil contra muchos enemigos). También podíamos recolectar ciertos orbes que nos servían para aumentar el poder de ataque...
Visto en conjunto parece más rico que la mayoría de los beat´em ups del momento, pero insisto en que fallan los tiempos y el ritmo en general, además de resultar muy extraña la forma en la que encaramos a los enemigos.
En mi caso, uno de los mayores atractivos que me fuerzan a jugar a menudo es el de contemplar sus fases y final bosses. Hay que decir que Sengoku 2 es una obra maestra del concepto y del diseño, proponiéndonos viajar (al igual que en su primera entrega) entre diferentes planos existenciales e inclusive a través del tiempo.
Lugares místicos con sabor japonés, parajes de la segunda guerra mundial, aviones en pleno vuelo (la primera vez que vi esta fase quedé enamorado del juego)...y todo ello adornado con potentísimos representantes del bestiario mitológico más nipón.
Estamos hablando de uno de los juegos con mayor división de opiniones dentro del catálogo NeoGeo, habiendo quien lo considera un imprescindible y quien piensa que es un título de segunda...
Yo creo que "ni tanto, ni tan calvo": Es soso a niveles jugables (que no malo), pero impactante en términos visuales. Digamos que es un juego que ha trascendido más por su apariencia que por su fondo.
Siempre he pensado que es un cartucho básico dentro de su sistema, además de uno de mis predilectos, pero el simple hecho de que algo te guste no lo convierte en bueno...y aquí sucede algo parecido: No es un mal juego.
El ejemplo a la inversa, y estoy hablando sobre mis gustos, sería el de su tercera parte, que es un beat´em up realmente bueno, y que a mi apenas me gusta...
Sengoku 2 tiene un fuerte carisma, y cuenta con algunos momentos épicos (entre los que destacaría las fases a caballo). También superó (en todo) a su primera parte, y resultó en uno de los juegos más llamativos de NeoGeo (que no de los más potentes...) pero aun habiendo creado un mejor sistema de combate, se terminó por sentir algo desnudo en su apartado jugable.
No es un juego barato, y en MVS ronda los 100-150€ solo cartucho (es muy variable su precio actual, ya que existen muy pocas unidades originales en venta, así que no os extrañe verlo fluctuar hasta cantidades más altas), pasando a superar los 300€ en su versión de kit completo (caja + marquee...). En NeoGeo Cd ronda los 60-80€ y en AES se sitúa en torno a los 300-350€.
La trama puede decirse que no está nada mal: En la era Sengoku, un señor oscuro se ha propuesto convertirse en rey absoluto del mundo, pero la princesa del reino, que cuenta con poderes sobre-humanos, ha podido ver que su derrota se encuentra en el futuro.
Un héroe nacerá dentro de muchos siglos, y será el único con capacidad como para destruir a este vil ser. La princesa no se lo piensa dos veces, y gracias a sus aptitudes mágicas, traslada al salvador hacia el pasado...pero el mal sabe de su plan, y viajará por el tiempo y el espacio para evitar el enfrentamiento, interponiendo entre medias a todo su ejercito para acabar con su némesis.
Lo dicho: No es un mal juego, y merece la pena dentro de su sistema, pero tampoco es una obra maestra dentro de su género.
Mayor cantidad y variedad de enemigos, fases dibujadas con un gusto exquisito, jefes finales atractivos, banda sonora mucho más potente y personajes principales más carismáticos...yo creo que con la excepción del número de fases (Sengoku 2 cuenta con una menos), la nueva entrega era superior en todo. (Incluso en tamaño, pasando de los 55Mb del primero a los 74Mb del segundo).
El problema, por muy impresionante que resultara de inicio (esa caída desde la azotea del edificio, tras la aparición del dragón, elevaba las pulsaciones...) era que no había suficiente riqueza jugable de por medio...
No me malinterpretéis, pues estamos hablando de un juego entretenido, pero que seguía sintiéndose demasiado simple y poco ambicioso en términos de jugabilidad. Juegos como Final Fight y similares resultaban sencillos hasta la médula (se jugaban con dos botones), pero estaban programados con una IA más desafiante, y contenían un ritmo más atractivo en comparación (esto viene a demostrar que por muy simple que parezca algo, no siempre es sencillo replicarlo).
En Sengoku 2 podíamos cambiar de personaje a nuestro antojo (en el primero teníamos que conseguirlos para optar a ellos), eligiendo entre tres variantes disponibles: El Tengu (plagio descarado y absoluto de uno de los personajes creados por Terasawa en su magnífico cómic Kabuto), el ninja y el perro (además del personaje principal, que era ese maravilloso concepto entre samurái y vaquero).
Contábamos con golpe normal, golpe bajo (nunca he entendido para qué sirve este ataque...), lanzamiento de magia, salto y defensa (inútil contra muchos enemigos). También podíamos recolectar ciertos orbes que nos servían para aumentar el poder de ataque...
Visto en conjunto parece más rico que la mayoría de los beat´em ups del momento, pero insisto en que fallan los tiempos y el ritmo en general, además de resultar muy extraña la forma en la que encaramos a los enemigos.
En mi caso, uno de los mayores atractivos que me fuerzan a jugar a menudo es el de contemplar sus fases y final bosses. Hay que decir que Sengoku 2 es una obra maestra del concepto y del diseño, proponiéndonos viajar (al igual que en su primera entrega) entre diferentes planos existenciales e inclusive a través del tiempo.
Lugares místicos con sabor japonés, parajes de la segunda guerra mundial, aviones en pleno vuelo (la primera vez que vi esta fase quedé enamorado del juego)...y todo ello adornado con potentísimos representantes del bestiario mitológico más nipón.
Estamos hablando de uno de los juegos con mayor división de opiniones dentro del catálogo NeoGeo, habiendo quien lo considera un imprescindible y quien piensa que es un título de segunda...
Yo creo que "ni tanto, ni tan calvo": Es soso a niveles jugables (que no malo), pero impactante en términos visuales. Digamos que es un juego que ha trascendido más por su apariencia que por su fondo.
Siempre he pensado que es un cartucho básico dentro de su sistema, además de uno de mis predilectos, pero el simple hecho de que algo te guste no lo convierte en bueno...y aquí sucede algo parecido: No es un mal juego.
El ejemplo a la inversa, y estoy hablando sobre mis gustos, sería el de su tercera parte, que es un beat´em up realmente bueno, y que a mi apenas me gusta...
Sengoku 2 tiene un fuerte carisma, y cuenta con algunos momentos épicos (entre los que destacaría las fases a caballo). También superó (en todo) a su primera parte, y resultó en uno de los juegos más llamativos de NeoGeo (que no de los más potentes...) pero aun habiendo creado un mejor sistema de combate, se terminó por sentir algo desnudo en su apartado jugable.
No es un juego barato, y en MVS ronda los 100-150€ solo cartucho (es muy variable su precio actual, ya que existen muy pocas unidades originales en venta, así que no os extrañe verlo fluctuar hasta cantidades más altas), pasando a superar los 300€ en su versión de kit completo (caja + marquee...). En NeoGeo Cd ronda los 60-80€ y en AES se sitúa en torno a los 300-350€.
La trama puede decirse que no está nada mal: En la era Sengoku, un señor oscuro se ha propuesto convertirse en rey absoluto del mundo, pero la princesa del reino, que cuenta con poderes sobre-humanos, ha podido ver que su derrota se encuentra en el futuro.
Un héroe nacerá dentro de muchos siglos, y será el único con capacidad como para destruir a este vil ser. La princesa no se lo piensa dos veces, y gracias a sus aptitudes mágicas, traslada al salvador hacia el pasado...pero el mal sabe de su plan, y viajará por el tiempo y el espacio para evitar el enfrentamiento, interponiendo entre medias a todo su ejercito para acabar con su némesis.
Lo dicho: No es un mal juego, y merece la pena dentro de su sistema, pero tampoco es una obra maestra dentro de su género.
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