POR: METALMAN
Los noventa fueron el momento de eclosión del nuevo Heavy Metal europeo, en el que se consagraron bandas tan grandes como Gamma Ray, Stratovarius o Primal Fear, entre muchas otras. Hoy nos centraremos en el álbum debut de Hammerfall, con su impresionante Glory to the Brave.
Esta banda sueca debutaba en 1997, lanzando un disco con un sonido muy propio, sin apenas adornos de post-producción y con la participación de algunos de los más grandes de su tierra.
Que Jesper Strömblad (me encantan estos putos nombres vikingos), consagrado guitarrista de In Flames, o Glenn Ljungström (también de la misma banda) aportasen su pericia sobre las seis cuerdas, o que el magnífico Fredrick Nordström, uno de los mejores productores modernos y padre de la formación Dream Evil, ayudasen con la creación del primer trabajo de Hammerfall, se nota a la legua.
Ese sonido rudo y tan nórdico, bien mezclado con la suave voz de Joacim Cans, y con las composiciones clásicas de Oscar Dronjak (quien también participó, como extra, en In Flames) acabó por sonar diferente, y muy convincente.
No hay ni un solo tema de relleno en el disco, y se siente en su plenitud como una obra maestra del Power Metal. Es realmente meritoria la forma en la que se intercalan las baladas con los temas más rápidos, estando todos compuestos con un gusto increíble.
Posiblemente, para los más duros, sea un trabajo demasiado melódico, pero parte de su gracia reside ahí, ya que por aquellas fechas era poco común que despuntasen grupos de Power en Suecia o Noruega, donde abundaban mucho más las formaciones de Black y Viking Metal.
Es un trabajo que se siente fresco aun con el paso del tiempo, y que suena bastante más convincente que sus trabajos posteriores (sin desmerecerlos).
Mención especial para las letras, sobre todo en los temas Glory to the Brave (impresionante canción) y I Believe, que suponen la parte más lenta del disco.
Es un álbum imprescindible de los 90, y uno de los mejores discos debut que he escuchado de grupo alguno.
Aunque la banda cambió su formación inicial y se centró más en reproducir el sonido Power de los grupos germanos, llegó a convertirse en uno de los pocos grupos europeos que conseguía varios discos de oro con cada uno de sus nuevos trabajos, amasando con cada uno de ellos nuevos fans, y convirtiéndose en uno de los grupos más afamados y aclamados dentro del panorama.
En mi opinión, tanto este disco como su segundo trabajo, Legacy of Kings, son lo mejor que han dado (insisto: sin quitarles mérito al resto de sus creaciones), y los que cuentan con un sonido más propio y más Heavy.
Lo dicho: una pequeña obra maestra de su género.
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