viernes, 20 de febrero de 2015

THE ORDER: 1886


POR: METALMAN

Breve, falto de ambición, poco sorprendente y amigo de algunos trucos bastante sucios para poder lucir en condiciones y a 30fps...La primera gran desilusión de 2015 ya está aquí.

Recuerdo perfectamente lo que sentí al finalizar el primer Gears of War, allá por 2006: Nada a su lado parecía tan espectacular, su gameplay era fluido y contaba con diferentes propuestas dentro del mismo. Me pareció breve, la verdad, pero me gustó en su totalidad y me hizo vibrar de emoción mientras duró.

Fue un nuevo techo tecnológico y de diseño, además de la mejor afinación jugable jamás recreada en torno a un título de acción en tercera persona. Es posible, y ahora me explico en condiciones, que haberlo prolongado le hubiese sentado mal...y me baso en su versión para PC, que contaba con un capítulo extra frente a la versión para 360. Ese capítulo no estaba mal, pero sobraba, porque era una sucesión repetitiva y poco inspirada. La duración no importa, siempre que mientras dure sea memorable.

Hoy llega The Order, y no engaño a nadie cuando lo comparo con la genial obra de Epic: parecía que iba a ser el nuevo referente de los shooters en tercera persona. Parecía.


Primero, la red se inundó de mierda que hablaba sobre su duración, por culpa de una serie de vídeos que daban a entender uno de sus más feos aspectos: duraba 5 horas. Bien, no dura 5 horas, tranquilos, porque dura 6 y media...

De esas seis horas y media, la mitad son vídeos (en realidad están realizados con el motor del juego, en tiempo real) y momentos soporíferos e injustos en forma de Quick Time Events (ya sabéis, lo de pulsar los botones que aparezcan en pantalla). El otro 50 - 60% es gameplay puro y duro, lineal, sin patrones enemigos que sorprendan y con un carisma jugable igual a cero. No es malo, es aburrido y para nada sorprendente o novedoso.

Cuando acabas The Order 1886 te sientes estafado, por haber invertido lo que cuesta de tan mala manera. Basta con la primera hora de juego para saber que no es lo que esperabas (apenas se interactua), y con la última llegas a la conclusión de que está muy por debajo. Principalmente, porque el desenlace es lo más escriptado, robótico y menos jugable que se podía esperar.

Lo único remacarble, y existen ciertos "peros", es un apartado gráfico que brilla con luz propia, porque realmente se siente potente y lleno de detalle. Bien sea por su uso magistral de la iluminación o por el acabado tan detallista que posee casi cualquier elemento mostrado en pantalla. Algunas cosas quitan el hipo.


La tara, y creo que es bastante importante mencionarla, es que el juego se muestra en una relación/aspecto de 2.40:1, con unas feas bandas negras que ocupan, al menos, un 25% de la pantalla. Veréis, esas bandas, por mucho que en los estudios digan lo contrario, sirven para ahorrarse el cálculo de una cuarta parte de lo que aparece en pantalla (un 25% menos de cálculo en tiempo real para bastantes procesos, como el de iluminación, anti-alias, filtrados y demás), y aunque nos vendan que es para dar un aire más cinematográfico, solo sirve para arañar un mejor acabado. Luego nos venden que funciona a 1080P, sí, pero a 1080P con una cuarta parte en negro...

Funciona a 30 imágenes por segundo, de forma exquisita, hay que decirlo, pero esto demuestra, de una vez por todas, donde está el techo tecnológico actual. Y a tan solo un año vista desde el lanzamiento de la octava generación. En Ready At Dawn (sus creadores) han manifestado que todavía no han arañado la máxima potencia de la máquina, y pienso: ¿a qué cojones vienen esas bandas entonces?. Un truco de mierda, que no se dejó ver en la séptima generación, y que aquí se vende como si fuese algo artístico. Por refrescar memorias, The Evil Within rendía como el culo (aunque esto era un problema de afinación, no de hardware) y esas bandas sirvieron para camuflar un trabajo de programación mediocre (y ha quedado demostrado, porque los parches han ido arañando más frames, y sin bandas, en PC [en su momento de lanzamiento era injugable a 60fps, y ahora funcionan mucho mejor]). (Por cierto: Evil Within mola mucho más que este juego, era solo una comparación técnica a nivel de "trucos").

La lucha cuerpo a cuerpo es una basura, los QTE para matar con sigilo son penosos (si fallas, a volver a empezar), la variedad de armas es muy limitada y apenas contienen personalidad.

No se entiende...se crea un espectáculo maravilloso para la vista y no se aprovecha para nada más. Entornos increíbles en los que prima pulsar un botón para darle un vistazo a un elemento que nada le aporta al juego o a la historia. Momentos que tendrían que haberse concebido desde un punto de vista jugable, y que han sido desarrollados como si nadie supiese más que de cine  dentro del equipo (ese hombre lobo del inicio, y del final, lo deja bastante claro).


Al final, lo de la duración es lo de menos, porque pudieron ser 5, 6 o 7 horas emocionantes, pero acaban por ser 3 o 4 aburridas junto a un resto que te conduce, de forma cinemática, con una mala elección a la hora de adjuntarlas los QTE.

Jugablemente está muy por debajo de otros de su clase. No contiene patrones sorprendentes, ni para los protagonistas ni tampoco para los enemigos...no existe un buen diseño de niveles y técnicamente, por muy bien que luzca, está capado (de verdad lo digo: me parece terrible que con un año de vida se tenga que tirar de trucos tan feos como el de las bandas, de verdad).

Incluso por encima de su trabajo gráfico, creo que lo mejor es la BSO, donde sí que se encuentra un trabajo realmente épico...pero esto no vale para tapar tanto agujero.

¿Es malo? no, es pobre y aburrido. Nada más. Su compra os hará desembolsar entre 50 y 70€ (dependiendo del comercio), lo que en cualquier caso es una barbaridad en comparación con lo que os vais a encontrar. Si podéis, alquilarlo, o esperad a que baje de precio, porque merece la pena verlo, pero nada más. (Perdonarme por la coña, pero es que parece que el uso del mando está integrado a última hora...).


Alguien en Sony tendría que ir pensando en cambiar a los que validan las calidades de un proyecto en fase de desarrollo, porque tela con los juegos de la casa...

Para finalizar, me gustaría dejar algo bien claro: Un juego no es mejor o peor por durar más o menos, ni tampoco por ser más o menos bonito. Es bueno si entretiene, si te hace sentir y si logra abstraerte del mundo real. También lo es si consigue dejarte algún buen recuerdo o sorprenderte, incluso si te propone algo novedoso que funciona: Un buen juego ha de contar con un buen diseño jugable, y el resto son adornos. The order: 1886 está copado por esos adornos, y cuesta creer que contenga tan poca personalidad (y más aun, a sabiendas de que su desarrollo se prolongó durante más de tres años...a mi que me lo expliquen).

En la red se le empieza a comparar con Crysis 3: que no os engañen, porque este juego, aun a pesar de no resultar fresco en su día, resultaba mucho más grato a los mandos. También con el primer Gears of War, pero no os olvidéis que este podía jugarse en cooperativo incluso a pantalla partida, incluía un modo online del copón bendito y una campaña que rompía esquemas por lo bien diseñada que estaba...vamos, una maravilla en comparación: No es lo mismo breve, bonito y brillante que breve y bonito nada más. 


3 comentarios:

  1. demasiada puntuación le has dado . Un juego aburrido y monótono yo no se tú pero para mi es malo

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  2. demasiada puntuación le has dado . Un juego aburrido y monótono yo no se tú pero para mi es malo

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    Respuestas
    1. Bueno no es, desde luego, pero para ser sincero, he jugado a cosas mucho peores...lo que es innegable es que resulta aburrido, y que el diseño del juego sí que es una mierda pinchada en un palo. Una pena, porque pudo ser fantástico.

      Saludos!!

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