POR: METALMAN
(Revisión 2.0)
Es curioso el escaso número de videojuegos inspirados en los cuerpos de bomberos, y más aun teniendo en cuenta la excelente ambientación que pueden proporcionar sus habituales escenarios de trabajo.
The Firemen es uno de los pocos títulos que se inspira en las hazañas de los cuerpos de bomberos, combatiendo el fuego, rescatando a las victimas e intentando que el caos vuelva a su cauce de normalidad. No se trata de un producto "realista", pero retrata muy bien el ambiente de peligro en el que se basa y juega estupendamente con el dramatismo de las situaciones.
Human lo lanzaba en 1994 para Snes, tanto en territorio JAP como en PAL, pasando totalmente desapercibido en ambos y vendiendo un número irrisorio de unidades. Tanto es así que, hoy en día, conseguir una unidad europea completa puede costar más de 1000€... aunque el cartucho suelto puede obtenerse por poco más de 100€, y en versión JAP rondando los 30 o 40€.
Precios desorbitados a parte, The Firemen es un arcade de acción, en el que se cambian los típicos enemigos de las ambientaciones bélicas por llamaradas y demás formas del fuego.
Se sustituye al típico "one men army" por un bombero (y por su inseparable compañero) pero, a parte de esto y de que el entorno es un edificio en llamas, hasta podría compararse con juegos del tipo Alien Syndrome o Loaded. (Existen multitud de diferencias, pero la base es la misma).
La gracia en este caso, inexistente o poco importante en los antes mencionados, es que existe un factor dramático realmente atractivo, con el que los programadores jugaron francamente bien, porque sin llegar a mostrar un acabado serio, o una serie de situaciones creíbles, se juega con un guión bastante potente (para tratarse de arcade, claro) que sabe crear ese ambiente de tensión y de peligro. De estar jugándote el pellejo.
Comunicaciones constantes con el exterior, conversaciones entre compañeros, sonidos próximos que alertan de peligros, llantos...hay un añadido excepcional que no suelen contemplar los de su género: intentar crear una inmersión más cercana para con el protagonista y el jugador. En este aspecto recuerda más al intento de los RPG (por darle vida y sentido al mundo) que a cualquier otra cosa.
Es un juego de 16 Bits, y aunque lo anteriormente comentado es 100% excepcional, no quisiera exagerar: no se trata de un guión profundo, sino de uno mejor llevado y algo más complejo de lo habitual. Convierte una experiencia arcade en una vídeo-aventura.
Nosotros controlamos a Pete, quien ha de adentrarse en un edificio en llamas para extinguir el fuego y rescatar a los posibles supervivientes. En todo momento nos acompañará el joven Danny (controlado por la CPU), que se encargará de poner a buen recaudo a las victimas que encontremos y nos proporcionará apoyo constante con su extintor.
Pete porta una manguera (para largo alcance y fuegos altos) y un extintor (para fuegos bajos y cercanías), además de un número limitado de bombas de extinción. Nuestro protagonista podrá agacharse para sortear ciertos obstáculos (pasar por zonas derrumbadas o por debajo de tuberías que expulsen gas, por ejemplo) e interactuar con ciertos objetos (muy pocos).
Según avancemos, planta tras planta, el suelo de algunas zonas tenderá a hundirse y tendremos que estar muy pendientes de evitar estas áreas. Además de esto, nuestro héroe tendrá que manejar la manguera con sumo cuidado, pues ciertos elementos del entorno pueden explotar debido a su uso.
El fuego aparecerá en distintas formas, tanto en grandes y rápidas llamaradas como en tamaños más contenidos y lentos, teniendo siempre en cuenta que el hecho de extinguirlos de inicio no significa que no vuelvan a aparecer. Es interesante mencionar que el viento influirá en determinados momentos, haciendo más peligrosos aun a estos elementos ígneos.
Las rutinas del fuego son muy variadas, y a medida que transcurre la aventura se van volviendo más agresivas. Pueden aparecer sin aviso o dirigiéndose rápidamente hacia nosotros desde cualquier lugar, e incluso rodeándonos en el momento más inesperado (es un elemento al que han sabido sacarle un partido óptimo en temas de rutinas).
También nos las tendremos que ver con los robots que patrullan el edificio, que se encuentran, en su mayoría, en llamas y han perdido el control. Estos tienden a explotar cuando los apagamos, y son bastante peligrosos. Como en todo juego de acción que se precie, aquí también hay final bosses, aunque algo más maquillados que de costumbre.
La verdad es que The Firemen parece hasta novedoso, y muy divertido de jugar, pues la imaginería de los desarrolladores ha sabido trasladar, con sumo acierto, las mecánicas más típicas del género y mostrarlas de forma más fresca. En ningún momento llega a dar la sensación de estar controlando a un Rambo vestido de bombero...cuando en realidad la cosa es tal que así.
Es muy meritoria, también, la sensación de "continuo" que ofrece el juego por medio de su mapeado, y es que, aun existiendo pausas narrativas y transiciones entre secciones, siempre da la sensación de estar explorando un edificio enorme, e incluso se percibe un genial engaño de libertad...pero son simples fases, y nunca podremos volver atrás.
Gráficamente el juego cumple, y resulta bonito de ver, sin alardear en ningún momento pero mostrándose atractivo de principio a fin. Es destacable el amplio uso de transparencias y la nitidez general, así como su acertada paleta de color. El diseño es simpático a rabiar y no se aleja demasiado del típico acabado nipón de aquella época (algo estupendo, por cierto).
No es un juego excesivamente complicado, aunque anima en todo momento a seguir jugando. Como fallo (y es comprensible) se echa en falta más variedad de escenarios. El juego a veces nos propone movernos por tuberías o incluso salir al exterior, pero se ambienta en un edificio, y es difícil mostrar algo novedoso tras cierto número de fases.
Es interesante mencionar las tareas de rescate, ya que, aun sin ser obligatorias, nos recompensarán con vida extra y con alguna bomba de extinción. Por lo general, nos encontraremos a las víctimas en la ruta de avance, pero a veces, y solo a veces, tendremos que buscarlas por las estancias. En la parte superior de la pantalla podremos observar un mini-mapa para tener más claro por dónde explorar, aunque su uso es mínimo durante toda la aventura, ya que aun sin parecerlo (e insisto en que esto está muy conseguido) casi siempre seguimos un camino lineal.
Posee un aspecto sonoro bastante agradable, destacando sus FX, que son muy variados y suenan estupendamente. Es un título bonito y fresco, que podrá ser disfrutado por cualquier tipo de jugador, independientemente de su pericia. (Por cierto: existe una continuación, que nunca salió de Japón, para PSX, igual de buena pero con una mejora gráfica evidente, y con posibilidad de 2 players en co-operativo).
Creo que es un juego con un encanto especial y todo un "top shooter" maquillado de forma impresionante para no parecerlo. No es un título imprescindible, pero sí uno muy recomendable.
Este es un JUEGAZOOOO yo lo jugué en emulador y lo disfruté de punta a punta. Me parece genial que le dediques este tiempo al análisis porque hay poca información en internet y muchas veces se sobre valora un juego por ser de una empresa super conocida o de una franquicia exitosa. Pero el trabajo que hizo Human con este y muuuchos juegos es excelente. Hay un juego de SNES de lucha libre de Human (no recuerdo el nombre) que es sin duda de lo mejor que se puede encontrar en lucha libre en 16 bits. Peeeero son más famosos los que tienen la franquicia de la WWE. Excelente análisis y gracias por rescatar este juegazooo
ResponderEliminarBuenas Pablo! La verdad es que human tiene un catálogo excepcionalmente variado, pero la gran mayoría de sus sagas se centraron en el mercado nipón, incluidas las que apuntas de wrestling, de las que soy muy fan de las entregas para Saturn.
EliminarThe Firemen siempre me pareció un juego con un encanto especial, además de divertido y recomendable. Es de mis favoritos dentro del catálogo de Snes. En fin, me alegro que te gustase el análisis.
Saludos!!