POR: METALMAN
Hay juegos que se convierten en básicos, aun sin ser perfectos o excesivamente celebrados. Die Hard arcade es uno de ellos, y resultó en uno de los mejores beat´em ups de la quinta generación.
Breve, con una respuesta mejorable de los controles y poco fiel con respecto a la franquicia a la que hacía alusión...sí, eran defectos reales, criticables y evidentes. Pero divertía, proponía ciertas novedades jugables y tenía un carisma muy propio.
Dynamite Deka (el nombre original que recibía en Japón) podía completarse en apenas 30/40 minutos, por lo que resultaba demasiado limitado a la hora de ser adquirido como un juego de sobremesa, pero estábamos ante un port de recreativas, por lo que la fidelidad, duración incluida, era importante.
El arcade no era sencillo, la verdad, pero estaba pensado para poder finalizarse con no demasiadas monedas. Algún modo extra de dificultad le hubiese sentado bien al juego de Saturn, pero no fue así, y bastó con reducir los créditos para intentar paliar su duración...no funcionó del todo, y menos aun cuando jugabas al Deep Scan que incluía (un viejo juego de Sega, emulado para la ocasión y que hacía las veces de extra), ya que al llegar a cierta puntuación se te agregaban "vidas" dentro del juego principal.
Teniendo en cuenta el factor de fidelidad conseguido (es un port 1:1, que tan solo se diferencia por incluir pistas de audio en formato CD), no es reprochable lo que contenía: Tenías la recreativa original, con sus pros y con sus contras, en formato doméstico. Un tipo de mi estilo, muy retro y muy clásico, no necesitaba más.
Ahora bien, podíamos enfocarlo desde otro punto de vista: la máquina era breve en comparación con algunos de sus semejantes. Es cierto.
Dejando esto a un lado, porque es de esos datos que pesan según el usuario y lo que busque, la otra tara (insignificante, desde mi punto de vista) era lo poco que tenía en común con la Die Hard original, y es que, parecidos visuales a parte, ni personajes ni sucesos eran similares...
Claro que, al transcurrir en un rascacielos, y al contar con un personaje que se creó en base a la imagen de Bruce Willis, pues se daba cierta cercanía en conjunto. Es por eso que Sega llegó a un acuerdo con FOX, y también es por ello que el juego, fuera de Japón, se llamaba Die Hard Arcade. Si buscáis más proximidad para con la obra original, sin duda que la encontraríais antes en el excelente Die Hard Trilogy...aunque son distintos, y hasta complementarios.
La respuesta de los controles, y esta es, posiblemente, la queja con mayor fundamento que podéis encontrar, resultaba algo limitada y tardía, pero es algo que se percibe más en nuestros días, porque si algo resultaba típico, durante la transición de las 2D a las 3D, era que los juegos fueran más toscos que sus contrapartidas bidimensionales. Más lentos en todos los aspectos, respuesta incluida. Es decir, casi cualquier juego de lucha, beat´em up o parecido, resultaba más veloz en la generación anterior.
No me parece un gran fallo, la verdad, y al poco de poner las manos sobre el pad se resolvía, porque te acostumbrabas a la latencia de su respuesta. Y punto.
Gráficamente es muy cuadriculado, como casi todos en su época, pero resulta atractivo si tenemos en cuenta su momento y su lugar. Contó con un colorido excepcional (sello de Saturn) y con unas texturas realmente vívidas.
Los modelados también resultaban atractivos (mejorables, pero estaban muy bien) y las animaciones cumplían de sobra...si buscáis beat´em ups tridimensionales de aquella generación van a ocurriros tres cosas: encontraréis pocos, generalmente bastante malos y decepcionantes en su mayoría. Die Hard Arcade, aun con sus problemas, estaba muy por encima de la media.
En STI y AM1 (los grupos de programación de Sega que le dieron forma) se molestaron en incluir un aspecto cinematográfico atípico por aquel entonces, con cambios de planos entre pantallas/secuencias, además de agregar una basta multitud de armas y de opciones defensivas/ofensivas. Lo más llamativo, en líneas generales, fue la inclusión intermedia de QTE´s, en los que veíamos a los personajes corriendo por pasillos y en donde, llegados a determinado instante, se nos pedía pulsar el botón adecuado, con muy poco margen de maniobra. Brillante, brillante en su momento, por resultar en auténtica novedad.
Situaciones un tanto alocadas (algo que se llevaría al extremo en Dynamite Deka 2), diversión sin miramientos y un gran acabado serían sus factores positivos a tener en cuenta, unidos a un carisma abultado. Supongo, y tan solo es mi humilde pensamiento, que esa brevedad (el único factor discutible de verdad) quedaba compensada de sobra a la hora de justificar su compra.
Poco, sí, pero bastante bueno en aquel momento. Yo lo recomiendo a todas luces, porque es un exclusivo de su sistema, porque casi todos nos sentimos atraídos por la recreativa y porque en conjunto cumple con lo que promete: divertir, sin más.
No le pongo más nota por diferentes motivos: Limitación y cero intencionalidad por acompañarlo de extra alguno (un modo con más pantallas, o uno de lucha contra los Bosses...). Esto no lo convierte en un mal juego (ni mucho menos), pero sí en uno que cuenta con mucha competencia más recomendable. Por cierto, el sonido era bastante malo, que es otro factor negativo.
Siempre me parecerá básico, porque es muy de su tiempo y porque sus limitaciones también lo son (menos la duración). Lo recomiendo sin dudar, ya que juegos mejores los hay a patadas, pero tan carismáticos...de esos ya no hay tantos.
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