COLD FEAR

POR: METALMAN

Cold Fear fue lanzado en Europa tres días antes que Resident Evil 4, lo que terminó por convertirlo en un juego que apenas llamó la atención, aun siendo un título con algunos elementos dignos y muy remarcables.

Hay que dejar las cosas muy claras desde el principio: Cold Fear no es perfecto, y tampoco es comparable en su conjunto a la obra de Capcom, pero posee ciertos detalles técnicos, de ambientación y de control que tuvieron que convertirse en un estándar.

Sí, porque aquí se nos permitía jugar en dos modos visuales, siendo el primero de ellos el clásico angulo variado de cámaras predefinidas (como en Alone in the Dark o en  Resident Evil), y el segundo mediante una cámara al hombro en tercera persona (casualmente, igual que en RE4). 

Creo, firmemente, que con estas dos opciones se logra recrear a la vez un ambiente mucho más cinematográfico y una perspectiva eficaz a la hora de apuntar, y cabe recalcar que en cualquier momento podemos cambiar entre ambas. 

Es decir, se mantiene la esencia de los viejos Survivals, pero se añade la opción de poder evitar esos malditos ángulos muertos que provocaban algunas cámaras fijas...a lo que debemos sumar otro detalle importante: Podemos movernos mientras apuntamos.

Esto, que podrá parecer una tontería, tiene una importancia suma, ya que con ello se evita esa sensación de "control a la antigua", algo que, por ejemplo, nos demostró Resident Evil 5 cuando se puso por meta llenar la pantalla de enemigos y dejarnos vendidos de forma estática: o apuntas o te mueves.

Pues no, la medición del movimiento en Cold Fear era fabulosa, y evitaba esa sensación irreal que la competencia seguía emperrada en mostrar (para que os hagáis una idea, Cold Fear está más cerca del control de Dead Space que del resto de Survivals). 

A parte de contar con estas dos virtudes, el juego de DarkWorks también añadía algo bastante diferenciador (aunque para nada nuevo), en forma de un escenario que influía en la jugabilidad.

Cold Fear comienza a desarrollarse sobre un ballenero solitario en mitad de una tormenta, y el hecho de que el mar esté embravecido, y que el viento golpee a la embarcación constantemente, produce efectos directos sobre la jugabilidad: Si nos encontramos en la cubierta podemos ser arrastrados hacia el mar, por culpa de las olas, o hasta vernos afectados a la hora de apuntar, debido al constante vaivén del cascarón.

No solo es interesante y está muy bien implementado, sino que además su realización es sorprendentemente buena para la época, y acaba por resultar en uno de los mejores escenarios jamás desarrollados para un Survival.

Os decía antes que no era nada nuevo lo de utilizar el clima dentro de un Survival, y prueba de ello fue su empleo dentro del juego de The Thing, donde el frío actuaba sobre los personajes, pudiendo matarlos. Y menciono a este título no solo por ese punto común, sino también por otro de sus nexos: Cold Fear está más cerca de La cosa de Carpenter que de los zombies de Romero.

Es más, me encantaría un nuevo capítulo de La Cosa dentro de un barco en mitad de una tormenta...

Su ambientación, sus gráficos y su gameplay funcionan, y en base es un juego excelente, pero también tiene sus fallos: Es breve, apenas muestra variedad de enemigos y abusa de su ambientación inicial.

Es realmente curioso, porque a pesar de esa brevedad se convierte en monótono llegado a cierto punto, y da la sensación de ser un juego que contó con una gran idea principal, pero rodeada por muy pocos detalles.

Creo que es de esos juegos que todo amante a los Survivals debiera probar, porque genialidad no le falta, pero no deja de ser, debido a sus abusos y limitaciones, un juego secundario dentro de ese subgénero. 

La trama del juego nos cuenta cómo un grupo de guardacostas estadounidenses acuden a la llamada de socorro del Eastern Spirit, un ballenero que surca sin rumbo aparente el mar de Bering.

Cuando llegan a su destino, todos menos Tom Hansen (el protagonista) perecen en su interior bajo extrañas circunstancias, lo que obliga a Hansen a investigar los extraños sucesos.

Mutantes, CIA, rusos, experimentos...hay un poco de todo en Cold Fear, y aunque la historia no es mala de inicio, se torna en demasiados clichés.

Está claro que un barco y una plataforma petrolífera no dan para un exceso de imaginación, pero insisto en su vacío y en lo mucho que se repiten entornos demasiado parecidos.

Por otro lado, su sistema de avance es muy puro y restrictivo, ya que hasta no llegar al checkpoint de turno no podremos salvar. Sumaremos también su carencia de inventario y la imposibilidad de llevar un exceso de munición y de botiquines, lo que acaba por convertir al título en mucho más Survival que sus semejantes temporales. (También es curioso el uso de una barra de aguante, que nos limita al emplear ciertas acciones).

Es innegablemente bueno, aun con sus carencias, y lo recomiendo si ya habéis disfrutado de todos los imprescindibles del género. Por cierto, contiene una BSO fabulosa.

Su versión para Xbox es algo más fluida y detallada que en PS2, aunque las diferencias son mínimas, y la edición de PC cuenta con una resolución, framerate y texturas mucho más potentes. En cualquier plataforma es digno. (En Xbox se cuenta que existe la posibilidad de reproducirlo a 720P, aunque yo nunca lo he podido ejecutar a más de 640P [puede tratarse de un error en la caratula NTSC, o de un bulo])

Cold Fear mereció algo más de éxito, y propuso novedades de peso dentro del género. Novedades de las que beben no pocos títulos de la séptima generación...