martes, 27 de enero de 2015

DREAMWEB


POR: METALMAN

Pese a sus posibilidades, el subgénero del Cyberpunk siempre ha sido minoritario dentro del videojuego, y aun existiendo obras realmente trascendentes, en el medio, es curioso lo poco que se prodiga.

Como en casi cualquier otro género o vertiente, durante los 90 hubo un meritorio intento por darle al Cyberpunk un mayor protagonismo, encontrando juegos tan interesantes como Hell, Syndicate, Blade Runner, I have no mouth and i must scream, Bloodnet e inclusive la adaptación de Neuromancer, de finales de los 80, entre muchos otros.

Pasada esa fiebre, que no duró demasiado, se convirtió en una tendencia a la baja, con muy pocos representantes y no siempre dignos de su etiqueta.

Allá por el 92, en pleno estallido de esta nueva tendencia, la mítica Empire lanzaba un juego, para el sistema Amiga, programado por Creative Reality y titulado Dreamweb. Se trataba de una aventura con toques de acción, que hacía gran énfasis en torno al tono narrativo empleado, bastante oscuro y adulto en comparación con los de su estilo.


Siempre lo he dicho y siempre lo mantendré: durante aquellas décadas el videojuego era un medio mucho más libre que el de hoy en día, y no resultaba nada extraño encontrarse con un lenguaje soez o con un tono macabro y explícito, siempre que la obra lo requiriera. Era como el cómic y el cine durante los 80: cualquier idea era buena (lo que no implica mejor calidad, pero sí una variedad y una autenticidad mayor en las propuestas).

Volviendo a lo que toca, con Dreamweb se buscó una ambientación similar a la que mostraba la celebérrima Blade Runner, aplicando su estilo sobre una perspectiva cenital bastante atractiva. (La atmósfera del juego es realmente triste y deprimente, pero no en una mal sentido, ya que es el enfoque que buscaron sus diseñadores).

Su gameplay se desarrollaba gracias al uso de un cursor (como en otras tantas aventuras) y de un inventario con el que provocar diversas interacciones.

En su base era otro point & click, semejante a los de su tiempo, pero imitando mayormente a los clásicos de Sierra, pues contaba con la posibilidad de morir. Principalmente, por la inclusión de mecánicas más propias de los juegos de acción.


Aquí se podía disparar en determinadas situaciones (caso que puede recordaros a los más modernos Blade Runner o Gemini Rue, por ejemplo), a la vez que encontrábamos enemigos con la misma opción...

Pese a todo, y es acertado comentar que el Game Over se dejaba ver en bastantes ocasiones a consecuencia de esto último, la dificultad real del juego era la de otorgar demasiada libertad sin ser conciso en cuanto al orden de las tareas a realizar.

Hablamos de un título bastante jodido, en el que el ensayo y el error estaban a la orden del día. Y no solo provocaba el típico "atasco", resultándonos bastante normal vernos avocados al reinicio.

Es un modo de juego bastante peculiar para tratarse de una aventura, y más aun para un arcade. Posee lo mejor y lo peor de ambos mundos, pero ahí reside su gracia y su personalidad.


La recompensa ante tal sistema: disfrutar de un gran guión, de un sonido magistral y de una puesta en escena tan personal como ella sola. Añadamos sangre, sexo, violencia de todo tipo y ese trasfondo Techno-Noir que tanto mola.

Aun pudiendo parecer inofensivo, a consecuencia de sus gráficos pixelados, Dreamweb fue censurado en no pocos territorios, ya que su grado explícito era bastante alto. Mítica (aunque para nada insultante) resultó cierta escena en la que acribillábamos a una pareja mientras practicaba sexo en la cama...

La trama del juego es la siguiente: Ryan lleva un tiempo teniendo extraños sueños, en los que entabla conversaciones con unos oscuros personajes que dicen ser los custodios de la Dreamweb.

En una de estas visitas al reino de Morfeo, le es encomendada una tarea de suma importancia: tendrá que hacer frente a siete enemigos, cuyo propósito es el de acabar con el nexo que une a ambos mundos (el Dreamweb es una especie de mundo onírico).


Si consiguen separar ambas realidades, el universo acabará sumido en el caos, y toda la existencia vagará por una oscura eternidad.

Lo mejor de la obra, y es algo que está muy bien implementado, es la duda en crescendo que nos plantea, ya que llega un punto en el que no sabemos si el personaje está loco (y los sueños son fruto de su extraña paranoia) o parcialmente cuerdo.(Es importante tener en cuenta lo siguiente: si Ryan está alucinando, el personaje que controlamos es un asesino en serie...).

Para acompañarlo de unas pinceladas más intensas, el juego integra un pequeño manual, titulado Diario de un loco, que contiene ciertos apuntes en relación a lo anteriormente comentado (así como ciertas claves en forma de un muy poco efectivo anti-copy [la contraseña para entrar en nuestro apartamento, por ejemplo]).

Quizá, lo mejor de todo este asunto entre "realidad o sueño", es la posibilidad de vivir ambas situaciones, ya que el juego cuenta con distintos finales posibles. Es interesante la forma en la que emplea ciertas inspiraciones claramente K-Dickianas, y más aun en cómo integra conceptos y material de Shakespeare, caso de su célebre frase: "Estamos hechos de la misma materia que los sueños", de su siempre olvidada La Tempestad.  


En 1994 apareció versionado para PC (y de nuevo editado para Amiga) en formato CD-Rom, con un doblaje portentoso (correcto en nuestro idioma) y con mayor calidad en sus pistas de audio (aunque en formato Audio-CD solo encontraremos una).

Un detalle menor, pero que se agradece bastante, es la inclusión de una lupa dentro del juego, para aumentar todo aquello (dentro de un pequeño recuadro) que señalamos con el cursor. Seguramente os parezca una tontería, pero los más minúsculos objetos (dentro de este tipo de juegos) eran difíciles de distinguir entre tanta maraña de pixels.

Duro y en ocasiones injusto, pero muy bien realizado y guionizado, además de contar con una trama y unos sucesos oscuros y maduros. Su sonido es brutal y su esencia, en conjunto, muy personal, por lo que destaca bastante entre sus semejantes. (Por cierto, es uno de los videojuegos con notas más dispares que existen, viajando desde una estrella sobre cinco hasta el nueve sobre diez...).

Actualmente es Freeware, así que podéis descargarlo legalmente de cualquier web que lo albergue. Si mal no recuerdo, las últimas versiones de Scumm VM lo soportan. No es apto para todos los tipos de jugadores, pero estoy convencido de que una minoría se encontrará con una grata sorpresa. Muy necesario: hay que saber retrotraerse para disfrutarlo al 100%, pues su control es de otra época, y la representa muy bien en este sentido...


2 comentarios:

  1. Gtrts1_es

    Alucino con la gran cantidad de juegos de esas épocas remotas que aunque contando con una calidad espectacular nunca fueron conocidos por el g re an público. me lo apunto en mi lista para probarlo.

    un saludo Isra sigue así .

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    1. Pues sí, uno busca cosas con personalidad durante los noventa y las encuentra a patadas. Fue un momento donde se crearon cosas muy grandes, pero que pasaron desapercibidas en gran medida, y es una pena. Un abrazo tío!

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