martes, 16 de diciembre de 2014

GEIST


POR: METALMAN

No tuvo muy buena publicidad, y posiblemente la crítica se cebó en exceso con él, pero sigue siendo uno de los juegos más peculiares de Gamecube y de Nintendo, a la par que un buen título basado en historias de fantasmas.

No me interesé por Geist hasta pasados un par de años de su lanzamiento, y el motivo se debía a las críticas que recibió en su momento. Uno las leía y tenía la sensación de estar ante un juego roto, nada asombroso y sin mérito alguno, pero me bastó con el primer contacto para ver factores importantes que no se señalaron con el suficiente énfasis.

En ningún caso es un juego perfecto, pero se aproxima al notable en no pocos aspectos. Empezando por su apartado gráfico, Geist contó con un motor capaz de poner en pantalla un número de fuentes de luz muy alto, acompañándolos con unos efectos atmosféricos bastante conseguidos, sombreados adecuados para su época y una cantidad de polígonos generalmente alta.

Se adjuntaron también algunos efectos de partículas bastante impresionantes (al romper los cristales, por ejemplo) y un diseño conceptual muy particular. Vaya, que no era Doom 3, pero brillaba dentro de su sistema y conseguía recrear un ambiente agradable.


Quitando a sus personajes con acabado random (que no estaban mal realizados), de aspecto común y poco sorprendentes, el resto de sus visuales tenían la potencia suficiente como para resultar atractivos en bastantes momentos.

Su doblaje era correcto, y tanto su BSO como sus FX estaban a un buen nivel. Por si fuese poco, se trataba de una aventura que aun siendo bastante lineal (con ciertos momentos de libertad) contaba con gran variedad de propuestas, entre las que podríamos destacar las posesiones de animales, de objetos y de distintos tipos de soldados o de personal técnico (cada uno con sus peculiaridades o armamento).

Podíamos introducirnos dentro de ordenadores, de cubos de basura, de torretas defensivas y de mucho más. Y todo con un aire que recordaba en cierto grado a los puzzles de otros juegos, teniendo que variar de unos objetos/personas a otros según las necesidades, e inclusive añadiendo unos cuantos minijuegos de por medio, con distintas temáticas y objetivos.

Y claro, no nos olvidemos: era un shooter, así que gran parte del mismo transcurría a base de tiros. Pero en esa "otra parte" estaba la diferencia.


En Geist se nos ponía en la piel de un técnico que servía de apoyo a un grupo de operaciones especiales, en plena investigación de un laboratorio creado con fines oscuros. Algo salía mal, y resultábamos apresados, además de forzados a servir como conejillos de indias.

Lo que allí sucedía era bastante insólito, ya que se estaba experimentando con la posibilidad de separar al cuerpo del alma, con el fin de crear una legión de soldados y de espías infalibles.

Por desgracia, nuestro personaje descubre en primera persona lo que esto significa: Es invisible y puede poseer a cualquier ser vivo, a la par que es capaz de interferir y manipular casi cualquier objeto a su antojo...

La cosa no se queda aquí, porque en esta nueva existencia también hay reglas, y tendrá que aprenderlas de un espíritu errante, con forma de niña, que vaga por las instalaciones. Ella le enseñará a alimentarse y a manipular el mundo de lo físico.


Lo bueno de esta historia es que sabe mezclar dos líneas diferentes pero muy bien conectadas. La trama de la pequeña y de su familia (que tiene unos tintes muy clásicos y un toque entre lo gótico y lo romántico) y la de los tipos que están experimentando en el laboratorio, que tira más hacia la SciFi y el terror. 

Tan pronto estás pegando tiros, tras poseer a un soldado, como estás vagando sin cuerpo en busca de un medio para llegar a cierto lugar (los animales, por ejemplo, nos permiten acceder a determinadas zonas). Habrá que buscar al personaje que posee la autorización necesaria para atravesar x puerta, la forma de no activar ciertas alarmas, descubrir algunos secretos interesantes, localizar la ruta válida y utilizar constantemente el entorno para no cesar en nuestro avance.

Insisto, es infinitamente más original y variado que cualquier 007, Killzone o similar de esa generación, y aunque sus propuestas a veces son extrañas, en conjunto funcionan.

Mola lo de las dos tramas, y es muy interesante ir variando entre llevar un cuerpo y vagar en forma de espíritu, lo que se potencia con la extraña ambientación de las instalaciones y las historias de los seres del más allá.


Cada cierto tiempo tendremos enfrentamientos contra final Bosses, o nos veremos asaltados por algún tipo de acción o tarea alejada de las principales.

Pudieron mejorarse pequeños detalles, como un mejor sistema de apuntado (que tampoco es malo, pero requiere de algo de práctica) o un mejor trato de diseño para los personajes más comunes.

En conjunto es una buena mezcla de ideas extrañas y dispares, que terminan por funcionar casi siempre, y cuando no lo hacen tampoco se estropea la jugabilidad, simplemente...se sienten raras algunas acciones. 

No existen demasiados juegos de fantasmas, y menos aun con un enfoque de shooter en primera persona, así que es un producto peculiar y llamativo, sin olvidar que gráficamente está muy bien y que contiene un gameplay adecuado y una ambientación bastante buena.  Tampoco pasemos por alto que las tramas no están nada mal para tratarse de un juego de acción.


Tiene ese punto extra de aventura que no todos los shooters incluyen, y una narrativa que sin ser excelente también es algo más poderosa de lo normal.

No voy a deciros que es perfecto, ni tampoco sobresaliente, pero tiene ese punto tan extraño de calificar: personalidad. Algo que no todos los juegos tienen. No es el mejor en nada concreto, pero su conjunto es, casi siempre, notable.

Es un tesoro oculto, porque nadie le hizo caso alguno, y porque mantiene una mala fama que no merece. Por menos de 9€ (la versión UK es idéntica a la ESP) lo podéis encontrar en ebay y similares, y la verdad, por ese precio no creo que nadie se sienta estafado: Probarlo sin miedo (siempre que os gusten los FPS) y ya me contaréis.

Un par de curiosidades para finalizar: el prota se llama John Raimi (suma de Carpenter y de Sam..). Inicialmente iba a ser un juego en tercera persona, pero se reprogramó desde 0 para convertirlo en un FPS, y se volvió a retrasar para incluir elementos de aventura. Su lanzamiento se canceló en Japón (son raros los juegos que allí no aparecen). Junto a Eternal Darkness, fue el único juego de Nintendo (de aquella generación) en recibir una calificación para adultos (M - 18+). En un principio todo giraba en torno a la historia de un hombre invisible, pero Miyamoto sugirió el tema de los espíritus.


2 comentarios:

  1. Yo le tengo (cosas raras que tengo por casa, jajaja!)... desde hace años y años en casa. Lo conseguí de saldo cuando descatalogaron la GameCube. Y la verdad es que nunca le he dado caña como se merece. Quizás un día de estos me anime a hacerlo entero.

    Mola leer que alguien más se acuerda de este juego!!!

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    1. A mi es un juego que mola bastante, con su cositas, pero perdonables. Te molará porque es muy serie B de terror y sciFi, auqnue ya se que tu fuerte no son los FPS.

      Abrazos man!!

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