POR: METALMAN
Los shooters en primera persona parecen no haber encontrado una forma lógica de evolucionar, pareciéndose cada vez más a los sandbox o a las películas interactivas. El caso es, que hubo un juego que casi consigue subir ese peldaño, pero por motivos del todo incomprensibles no tuvo el éxito que merecía.
El género de los FPS es extraño cuando se contempla a través del tiempo: pasaron de ser complejos escenarios sobre los que dar vueltas hasta encontrar la salida, a mapas vacíos , pero muy enrevesados, donde se creó una arena virtual que recordaba a los espectáculos del circo romano.
Tras esto, que se basaba al 100% en apuntar, disparar o en encontrar las llaves de acceso, se dio un revés que empezó a restarles complejidad y a aportarles linealidad. El sistema, básicamente, era el mismo, pero en vez de crecer a nivel de mecánicas, lo hicieron en torno a su estética, dando prioridad a contar mejores historias o a perfeccionar el acabado de las ambientaciones...pero los laberintos y los mapas complejos desaparecieron, así como su característica crudeza (por su puesto, existen casos que rompen con estas normas), convirtiéndose en un tipo de juego que lleva 20 años decreciendo en vez de avanzando. (Este cambio también fue necesario, pero terminó por convertir en prioritaria la calidad visual).
Recargar, apuntar, disparar...cinemática made in Hollywood y...recargar, disparar y apuntar, junto a algún QTE. Los hay muy buenos con este concepto tan simple, vaya por delante, pero no existen juegos que se desmarquen de esta ruta, con la excepción de los que han optado por convertirse en GTA´S en primera persona.
¿Acaso no se pueden implementar mejoras jugables dentro de los FPS? La respuesta es afirmativa, sin duda, y Bulletstorm se acercó bastante a este concepto de evolución lógica.
Está bastante clara cual es la meta dentro de un shooter (o el principal reclamo): Matar, matar y matar...así pues, los chicos de People Can Fly le dieron vueltas al tarro y llegaron a su propia conclusión en forma de pregunta ¿y si implementamos diferentes formas de matar?
Esto se convirtió en un auténtico soplo de aire fresco, ya que en Bulletstorm recibimos puntuación dependiendo de a donde disparemos (cabeza...entrepierna...), de si pateamos a los enemigos, los lanzamos desde las alturas, electrocutamos, aplastamos o quemamos (entre otras tantas variantes), inclusive potenciando el marcador si realizamos cadenas de muertes (combos).
Lo que se logra con esto es crear variedad aun usando la misma base. Sí, va de disparar todo el rato, pero se crea un divertimento extra al poder hacerlo de muy variadas formas, y mejora aun más cuando te das cuenta de que el entorno deja de ser un simple lienzo al que contemplar, ya que también sirve para aniquilar de otras tantas maneras. Kill with Skill, que decía la publicidad del juego.
Además de portar esta distinción, Bulletstorm cuenta con algún pequeño QTE para otorgar más diversidad, con alguna fase tipo "on rails" y con una historia decente (no demasiado compleja, pero interesante) que se va dando a conocer entre cinemáticas y conversaciones.
Hay que añadir también que todo está representado por un acabado gráfico realmente impactante (Unreal Engine), capaz de mostrar en pantalla algunas locuras que os van a dejar con la boca abierta. Determinados momentos son más que épicos, de verdad.
Para redondearlo aun más, cuenta con un sonido demoledor, con un doblaje correcto y con un sentido del humor muy propio y bastante gamberro, que se deja ver, principalmente, a través de su protagonista, cuya personalidad es una mezcla entre un héroe de acción ochentero (de los que molan) y Duke Nukem...ahí es nada.
No existe ninguna tara importante dentro del juego, y hasta podría decirse, sin temor alguno, que ha terminado por resultar en uno de los mejores FPS de la séptima generación...Es frenético, tiene personalidad y luce de perlas, pero algo, que no importa en exceso aun estando ahí, impide que se convierta en el juego de 10 que debió de ser.
Aquí el problema no es reprochable del todo, la verdad, pero al igual que os digo que consigue variedad gracias a su maravilloso concepto jugable, también me veo en la obligación de hablaros sobre el fallo de diseño que supone: La variedad de muertes depende en exceso del escenario, y si nos encontramos en zonas donde no hay elementos con los que ayudarnos para ejecutar, se termina por percibir como otro shooter más (muy bueno, pero sin tal grado de distinción).
La mayoría de las zonas cuentan con sus propios elementos (pinchos, cables eléctricos, plantas carnívoras gigantes...), pero son esas otras zonas más vacías la que condenan su sistema, que tuvo que basarse aun más en las capacidades de aniquilación del protagonista (quizá con una mayor cantidad de armas o ataques secundarios) en vez de dejarle casi todo el peso a los adornos asesinos de las estancias...
No por ello es un juego criticable, pero si lo hubieran redondeado, mínimamente, sí que hubiera sido mucho mejor. Es posible que en vez de hablar de un título notable lo hiciéramos pensando en un clásico.
Aun con todo, existen pocas opciones más impresionantes y frenéticas, debido esto último a integrar un ritmo de juego más propio de los Unreal Tournament que del resto de FPS.
El juego existe en PS3, PC y Xbox 360, siendo la de PC la que marca la diferencia, con mejor iluminación, mejores texturas, 60fps y una resolución a todas luces superior, seguida de la edición para 360, que supera por mayoría a la de PS3 (que es decente, pero inferior).
He de mencionar que el juego gana enormemente en PC, sobretodo por esos 60fps, que lo convierten en mucho más fluido y endiablado que en las versiones para consolas. En cualquier caso, cualquiera de las versiones cumple, y ninguna será una mala opción (En PS3 la mayor tara es la de un uso no demasiado acertado de la iluminación).
Bulletstorm es sangriento, malhablado, grotesco, cómico y muy espectacular y divertido, así que lo tiene todo para agradar, pese a sus limitaciones. Si buscáis un buen FPS, debiera ser el primero de vuestra lista.
La trama del juego es bastante normalita, pero no deja de tener su gracia: Pertenecemos a un equipo militar que descubre, por accidente, que ha estado acabando con civiles inocentes, por lo que nos revelamos contra el que daba las ordenes, el general Sarrano, a quien perseguiremos hasta dar caza: Vendetta. Todo esto en un futuro bastante distante y dentro de un planeta muy peculiar, con un diseño entre paradisíaco y apocalíptico.
Un título que no es difícil encontrar, incluso por menos de 15€, y que por ese precio no defraudará a nadie...es más, seguro que os sorprende gratamente. Recomiendo la versión PAL España, ya que aunque el doblaje no es exquisito, al menos, el trabajo de voz del protagonista da muy bien la talla (ojo, que no es malo en este caso, aunque tampoco podemos hablar de un trabajo perfecto en cuanto a localización).
Por cierto, que casi me olvido: La escala de algunos enemigos hará parecer a Godzilla un habitante de Lilliput. Es sello típico de People Can Fly, quienes llevan introduciendo final bosses titánicos desde su fabuloso PainKiller.
Se merecía mucho más, y es un juego que pudo redimir sus pequeños defectos con una segunda entrega...aunque es complicado, tras las malas ventas, que esto suceda.
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