Nació como una simple prueba de scrolling y terminó por convertirse en un auténtico clásico de los noventa. Además, se trataba de un videojuego que servía de tributo a no pocas compañías especializadas en shoot´em ups. Tyrian.
Los shooters en primera persona parecen no haber encontrado una forma lógica de evolucionar, pareciéndose cada vez más a los sandbox o a las películas interactivas. El caso es, que hubo un juego que casi consigue subir ese peldaño, pero por motivos del todo incomprensibles no tuvo el éxito que merecía.