Existen multitud de títulos que logran impactar a una enorme audiencia y que a la vez consiguen unanimidad positiva entre los críticos especializados, pero no todos acaban por convertirse en universales. Lemmings tuvo ese honor.
Aunque Psygnosis fue una compañía más que fundamental para el éxito logrado por PSX, no todos sus juegos han sido recordados con el mismo ímpetu. Algunos no lo merecían, siendo sincero, pero otros, en cambio, debieron correr mejor suerte.
Wipeout
es una saga cuyos comienzos fueron asombrosos, demostrando varias cosas importantes
para con su gran aliada, SONY, pero, sobre todo, definiendo el grado de virtuosismo
técnico y de diseño que le otorgaría a este magnifico sistema (PSX) su genial
desarrolladora: Los británicos de Psygnosis.
De entre todos los títulos que conforman el maravilloso catálogo del Amiga 500 de Commodore, Shadow of the Beast podría ser el más famoso en líneas generales, ya que su apartado técnico deslumbró a finales de los 80, mostrando una genialidad técnica y plástica a la que ningún otro se acercaba.
Es la historia de siempre: todo aquel producto que se atrevió a mostrarse en dos dimensiones, durante la era de las 32 Bits, pasó desapercibido, por lo que algunos de los juegos más bellos y con mayor calidad artística de aquel periodo siguen siendo unos completos desconocidos.