En 1989 aparecía, para los sistemas Amiga y Atari ST, un juego de esos que terminan por convertirse en leyenda, gracias a un derroche de simpatía sin igual y a un estilo de gameplay rematadamente divertido: North & South.
Romero, Argento, zombies...acabó siendo algo muy distinto de lo que con su idea inicial pretendió, pero el resultado base fue el mismo: creó un videojuego de terror capaz de hacernos sentir como si estuviésemos dentro de un film.