POR: METALMAN
2014 fue el año de Wolfenstein: The New Order, y con él llegó la vuelta al shooter más clásico y frenético, sin dejar de aportar su propia pizca de personalidad y sin defraudar en líneas generales. Sigue siendo el mejor FPS al que se puede optar dentro de la octava generación, pero tiene una carencia, algo propio de la saga a la que pertenece, que no podía seguir faltando.