Nació como una simple prueba de scrolling y terminó por convertirse en un auténtico clásico de los noventa. Además, se trataba de un videojuego que servía de tributo a no pocas compañías especializadas en shoot´em ups. Tyrian.
Todo lo que carecía de polígonos pasó desapercibido durante la era de las 32 Bits, y lo curioso del asunto es que hoy en día, y gracias a esa carencia, los juegos en 2D de aquella época lucen esplendorosos en comparación con cualquier título tridimensional.
Hubo un tiempo en el que Disney decidió dejar de ceder licencias a terceros para programar sus propios juegos, intentando darles un aire nuevo y cambiando los viejos cimientos sobre los que se sustentaban. Maui Mallard fue el primero de todos ellos.
The Adventures of Batman & Robin es considerado como uno de los grandes exponentes del género en las plataformas de 16 Bits, ya sea en su versión para Snes o en Megadrive. Dos juegos distintos que tienden a valorarse al mismo nivel: ¿es correcto hacer esto?
Darius siempre fue una extraña saga de shooters, con más peculiaridades en torno a su diseño que a cualquier otra cosa. Digamos que eran juegos muy atractivos para la vista pero poco sorprendentes una vez a los mandos...hasta que llegó Darius Gaiden.
Los aficionados a los shooters lo conocen como "Forever With Me" (aunque este sobre-nombre solo lo poseen las versiones 32Bits), y es el cuarto capítulo de la saga cute´em up por excelencia. Parodius en estado puro:
Muchos los recordarán por su mítico Tomb Raider, pero Core Design ya era una empresa de cierto culto antes de ese gran pelotazo. Se trató de una escisión de la también genial Gremlin, y lograron su estatus gracias a unos acabados realmente impresionantes y a unas propuestas muy originales.
Wolfenstein y Doom (principalmente) habían sentado cátedra, y pocos eran los grupos de programación que no se sentían atraídos por la inmersión, y por la popularidad, que proporcionaban los first person shooters. Si existía un universo que ansiaba, por parte de los aficionados, ser convertido al popular género, ese era el de Star Wars, y Dark Forces fue el resultado.
Existen juegos que jamás fueron distribuidos excepto en Japón, a veces por contener temáticas culturales que los de fuera no entenderíamos, y en otros casos, simplemente, por considerar que sus mecánicas eran impropias de los gustos occidentales...claro que, también se pudo dar otro motivo: La censura.
Fue uno de los últimos grandes juegos lanzados para Megadrive, pero su fecha de publicación se dio en un momento en el que PSX y Saturn eran las protagonistas, casi absolutas, en torno a los deseos de los jugadores.
Saturn es, posiblemente, la videoconsola con el catálogo 2D más exótico y desconocido jamás concebido, pero, por desgracia, la mayoría del mismo jamás llegó a nuestras tierras. Shienryu corrió cierta suerte al aparecer años más tarde convertido a PSX, pero su verdadera razón de ser se encontraba en la máquina de Sega, ya que el arcade original se programó para el sistema recreativo Titan.
Cuando se habla de Survival Horror se tiende a olvidar a muchos de su categoría, e inclusive a títulos previos a Resident Evil. Bioforge es uno de ellos, y os aseguro que de "Horror" tiene más que ningún otro.
La post-humanidad es un tema bastante recurrente dentro de la SciFi, y más aun cuando hablamos del Cyberpunk. En Ghost in the Shell se nos invitó a presenciar el nacimiento de un nuevo ser: una máquina que tuvo conciencia sobre si misma y que quiso evolucionar.
Mientras que algunos intentan sorprendernos mediante un buen guión, o con orgías de sucesos visuales de por medio, Treasure siempre ha optado por hacernos disfrutar con las mecánicas...para algunos puede suponer una complejidad, pero, para otros, es la esencia del videojuego llevada a su máxima expresión.
Ya sea dentro de Irem, o tiempo después formando Nazca, a este grupo de programación se le reconoce por su inigualable estilo de dibujo pixel art, y también por haber creado maravillas de la talla de R-Type II, Gallop, Metal Slug o Gunforce II, entre muchos otros.
A los Running Wild siempre se les ha considerado como a "los bucaneros/piratas del Metal", ya que gran parte de su discografía bebe directamente de esa inspiración. Masquerade, en cambio, se centra en las conspiraciones y en buscar a los que se ocultan tras la máscara.
Cuando un juego posee un valor superior a los 300€, por fuerza mayor debe contener calidad de sobra, ¿no?...pues no siempre, y a veces estos precios solo indican su grado de rareza:
Tras la pequeña decepción sufrida con Clockwork Knight, AM7 volvió a intentarlo tan solo un año más tarde. La segunda aventura de Pepperouchau venía dispuesta a solventar viejos errores.
Si algo nos ha demostrado Sega, a lo largo de los años, es que son muy dados a crear personajes sugerentes (con juegazos de por medio) y a olvidarse de ellos más tarde, como si fueran pixels sin espíritu…