En 1994 llegaba al Mega CD de Sega un título perteneciente al subgénero de los cute´em ups, cuya protagonista estaba loca de atar y comenzaba su particular odisea para vengarse de un mapache mega-inteligente...Keio Flying Squadron.
Es curioso el escaso número de videojuegos inspirados en los cuerpos de bomberos, y más aun teniendo en cuenta la excelente ambientación que pueden proporcionar sus habituales escenarios de trabajo.
Darius siempre fue una extraña saga de shooters, con más peculiaridades en torno a su diseño que a cualquier otra cosa. Digamos que eran juegos muy atractivos para la vista pero poco sorprendentes una vez a los mandos...hasta que llegó Darius Gaiden.
La lombriz más loca y poderosa del universo protagonizó uno de los de los cartuchos más míticos y recordados de los 90. Con él nacía una de las más grandes: Shiny Entertainment.
Gracias al fabuloso chip FX, Nintendo pudo crear algunos de los mejores juegos en 3D de los 90. Nadie parece olvidarse de ese titán de la diversión que fue Star Fox (el primero en emplear dicha tecnología), pero con Stunt Race FX la cosa es bien distinta.
Konami
llegó muy tarde a Megadrive, pero lo hizo entrando por la puerta grande y haciendo partícipes de su buen hacer a los propietarios de la 16Bit de Sega. Hard Corps es una de sus mejores muestras.
No es la primera vez que ocurre: un título de calidades indiscutibles pasa desapercibido...Es el caso de Wild Guns y de su frenética propuesta, programada con maestría por Natsume.
Arcades deportivos podemos encontrar en cualquier plataforma, pero que sean tan directos, frenéticos y sencillos como Soccer Brawl o Windjammers, solo los hallaremos en una: Neo Geo. Centrémonos en el segundo.
Detrás de esta horrible portada (mejor parada en su versión Ntsc-J) se esconde un juego bastante desconocido y recomendable, cuya razón de ser es la de continuar las aventuras ya vividas en Pc-Engine con su primer título: Makai Prince Dorabocchan.
Tras el enorme éxito y prestigio que le otorgó a Konami el maravilloso Super Castlevania IV, y antes de lanzarse hacia un nuevo capítulo en la máquina de Nintendo, los “segueros” pudimos recibir un título de la saga para nuestra preciada Megadrive: BloodLines.
El humor, salvo en honrosas excepciones, se convirtió en un género lleno de clichés y de malos chistes retratados una y otra vez, y es curioso, porque ya rota la censura nadie se molestó en cruzar la línea que la delimitaba...hasta que llegó Kevin Smith.
En 1994, SNK volvía a la carga con una secuela para su exitoso Art of Fighting. Esta vez, el gran Hiroshi "Finish" Matsumoto haría las veces de productor ejecutivo, dejando la dirección para un desconocido Doc Cotoh...¿Estuvo a la altura?
Bomberman 94 fue el último capítulo de la saga de Hudson aparecido en formato HuCard, y uno de los juegos más alabados de la serie dentro de su plataforma. Es, sin duda alguna, uno de los auténticos imprescindibles de PC-Engine.
Uno de los juegos que más promocionó Sega, con motivo del lanzamiento de su Saturn, fue Clockwork Knight. Las metas que se propusieron con este juego fueron dos: Crear una nueva mascota y...competir contra Donkey Kong Country.
Jungle no ouja Tar-chan es un clásico del Manga y de la animación nipona, cuya publicación en papel (y serie de televisión) tuvo lugar entre finales de los 80 y mediados de los 90. Existen dos adaptaciones al videojuego, y hoy nos vamos a centrar en su versión para Super Nintendo.
Aunque a algunos les cueste creerlo, hubo un tiempo en el que Sony programaba juegos para diferentes compañías, siendo la mayoría de sus títulos licencias fílmicas. La calidad que poseían en aquella época no era precisamente alta...pero siempre existe una excepción que confirma la regla: SkyBlazer.