Outrun es una leyenda atemporal, además de un juego cuyo disfrute y jugabilidad siguen vigentes hoy en día, casi 30 años después de su lanzamiento. ¿Está Outrun 2 a la altura del original?
En 1994 llegaba al Mega CD de Sega un título perteneciente al subgénero de los cute´em ups, cuya protagonista estaba loca de atar y comenzaba su particular odisea para vengarse de un mapache mega-inteligente...Keio Flying Squadron.
Todo lo que carecía de polígonos pasó desapercibido durante la era de las 32 Bits, y lo curioso del asunto es que hoy en día, y gracias a esa carencia, los juegos en 2D de aquella época lucen esplendorosos en comparación con cualquier título tridimensional.
De la Sega más artística e inspirada ya nada queda, pero merece la pena hablar del enfoque que la empresa tenía a las puertas del inicio del nuevo milenio. Space Channel 5 es un buen ejemplo.
Cuando SEGA abandonó el desarrollo de hardware (a nivel casero, no
recreativo) para centrarse en el desarrollo de títulos multiplataforma, sorprendió
a propios y extraños con un nuevo lanzamiento, continuación de una
de sus sagas modernas más emblemáticas y queridas: Panzer Dragoon.
The Adventures of Batman & Robin es considerado como uno de los grandes exponentes del género en las plataformas de 16 Bits, ya sea en su versión para Snes o en Megadrive. Dos juegos distintos que tienden a valorarse al mismo nivel: ¿es correcto hacer esto?
Hubo un tiempo en el que los videojuegos podían permitirse ser todo lo coloridos y alegres que sus desarrolladores creyesen necesario. Por desgracia, ese tono "cute" se ha perdido, y en caso de aparecer tiende a ser infravalorado de inmediato...
Hay juegos que se convierten en básicos, aun sin ser perfectos o excesivamente celebrados. Die Hard arcade es uno de ellos, y resultó en uno de los mejores beat´em ups de la quinta generación.
Seguro que a muchos de vosotros os suena el arcade de Sega inspirado en Die Hard (la jungla de cristal). Seguro, también, que Dynamite Cop no os resulta tan familiar...pues bien, es su continuación, y resultó en uno de los juegos más singulares aparecidos en Dreamcast.
Olvidado de forma injusta y percibido como un juego más, Alex Kidd in miracle world resultó en un éxito momentáneo con mayor significado y calidades de las que se suele recordar: toca repasar la primera aventura del príncipe Radaxiano.
Goscinny y Uderzo creaban, a finales de los años 50, uno de los cómics más carismáticos y divertidos de todos los tiempos. Tardó bastante en ser convertido al mundo del videojuego (1983), pero desde entonces no han parado de sucederse sus aventuras en multitud de sistemas.
Konami
llegó muy tarde a Megadrive, pero lo hizo entrando por la puerta grande y haciendo partícipes de su buen hacer a los propietarios de la 16Bit de Sega. Hard Corps es una de sus mejores muestras.
Fue uno de los últimos grandes juegos lanzados para Megadrive, pero su fecha de publicación se dio en un momento en el que PSX y Saturn eran las protagonistas, casi absolutas, en torno a los deseos de los jugadores.
Los juegos de disparos "sobre raíles" no suelen prodigarse demasiado, y eso que pertenecen a un género realmente adictivo y fácil de disfrutar. Que los salones arcade desaparecieran incrementó aun más su escasez, convirtiendo a estos títulos en algo realmente minoritario. Hoy vamos a analizar al que es, desde mi punto vista, su máximo representante.
Existen pocos títulos de "Mechas" en Megadrive (al menos en lo referente al catálogo PAL) y también escasean los juegos con un apartado gráfico tan genial como el de este Ranger X. Adalid de la máxima calidad técnica en su momento de lanzamiento, y abanderado de los 128 colores en pantalla en el sistema de Sega...pero, ¿Y el resto de apartados?
Ya sabéis que muchas de las cosas que jamás salieron del país del sol naciente eran demasiado extrañas para las audiencias occidentales, pero restando esa ingente cantidad de peculiaridades también se nos escaparon montones de juegos exquisitos. Twinkle Tale es uno de ellos.
Saturn es, posiblemente, la videoconsola con el catálogo 2D más exótico y desconocido jamás concebido, pero, por desgracia, la mayoría del mismo jamás llegó a nuestras tierras. Shienryu corrió cierta suerte al aparecer años más tarde convertido a PSX, pero su verdadera razón de ser se encontraba en la máquina de Sega, ya que el arcade original se programó para el sistema recreativo Titan.
Los poseedores de Dreamcast pudieron disfrutar del resurgir de la mejor Sega, gracias a una batería de títulos que recordaban, en cuanto a calidades, a la mítica compañía allá por los 80. Virtua Tennis, House of the Dead 2, NBA 2K, F355, Shenmue, Space Channel...y Crazy Taxi.
Wonder Boy fue una saga con tanto caché como Super Mario o Sonic, pero sus abundantes temáticas, sus diversos cambios de títulos y el olvido al que fueron sometidos casi todos los juegos con apariencia infantil, la condenaron a la desaparición.
El último titulo aparecido dentro de la saga F-Zero fue el más redondo: genial modo multijugador, aspecto técnico perfecto, diseño magistral, 480p, 60fps, multitud de circuitos...en el fondo, no me extraña que no lo continuasen, por lo alto que dejó el listón.